Reseña: Te daría el mundo. Jandy Nelson.

Ficha técnica.

Titulo: Te daría el mundo.
Autor: Jandy Nelson.
Editorial: Alfaguara.
Páginas : 413

Contratapa.

Noah y su hermana mellizas Jude son inseparables. El solitario Noah dibuja sin parar, y se enamoró  en secreto de su enigmatico vecino. La atrevida Jude salta desde altísimo acantilados, lleva los labios rojos y tiene muchos amigos.
Pero tres años más tarde los hermanos ya no se hablan. Algo sucedió entre ellos. Algo pasó y cada uno reaccionó diferente... hasta que Jude conoce a un chico lindo, frágil y arrogante...y a alguien mas, una nueva fuerza en su vida todavía más imprescindible. Estas dos personas están ligadas a su pasado de manera inevitable.
Los primeros años de esta historia las cuen ta Noah, los últimos Jude. Lo que ninguno comprende es que solo conocen una parte de la historia Y que si pudieran compartirla tendrían una oportunidad real de regalarse el mundo que perdieron. Y volver a empezar.

Reseña & Opinión personal.

A la tierna edad de 13 años lo único que preocupaba a Noah era que los bravucones no lo encontraran para arrojarlo por el acantilado. Eso del agua no se le daba bien, nunca se le había dado bien , de hecho. Era probable que por ese motivo su padre lo rechazaba, no como a Jude, su hermana melliza,quien en cambio , era la luz de los ojos de papá.
Noah y Jude competían constantemente, pero se llevaban de maravilla. Tenían varios juegos que les gustaban, "como prefieres morir?" O dividirse el mundo, quien lograra dominar el universo ganaría. Pero el juego que más le gustaba a Noah era la competencia de dibujos para mamá, casi siempre ganaba ya que el era el que mejor pintaba. Y no sólo lo hacía en papel, sino mentalmente. Todo el tiempo.
Pintaba personas,momentos, sentimientos.
"Las personas, cuando se enamoran, arden en llamas"
Jude,por otro lado, tenia otro tipo de dotes. Algunos los mantenía ocultos,como era el caso de la escultura. Amaba esculpir mujeres voladoras en la arena, lo hacía cuando nadie pudiera verla. Pero Noah siempre las encontraba aunque ella no lo supiera.
Otro de sus dotes era la capacidad de hablar con la abuela, no es que fuera sorda ni nada, simplemente estaba muerta.
Mientras ésta vivía, Jude había sido su preferida, ella era la única que había heredado el don Sweetwine, las brujerías y hechizos que su abuela había escrito durante toda su vida en "la biblia" le habían sido heredadas gracias a este don.
"Esta bien, lo reconozco, mis manías son considerables"

Las cosas comenzaron a cambiar cuando llegaron a los 14, en el momento en el que Jude conoció a las que serian sus amigas por el resto del verano. Las "avispas"(así las llamaba Noah).
Ella comenzó a salir más de la casa, a usar maquillaje, salir a fiestas, besar chicos. A olvidarse de Noah.
Mientras que él comenzó a sentir cosas que no debería sentir. Se encerró en su mundo de pinturas, donde sólo había lugar para mamá y sus Salidas a los museos. Las cuales se hicieron más frecuentes en cuanto ella y su padre decidieron inscribirlos en la EAC la escuela de arte contemporáneo,era el sueño de su madre reflejado en Noah.
Un lugar donde no sería un bicho raro, sino donde sería uno mas de los bichos raros que asistían allí. Una escuela de frikis que estaban rehaciendo el mundo.

A Jude no se la veía demasiado entusiasmada por ello, ella tenía otro tipo de cosas en mente, y no me quería ser Tratada como un bicho raro al igual que su hermano.
Hasta que llegó Bryan. Quien,sin saberlo, desataria una parte importante del gran torbellino de problemas que se les vendría encima a los hermanos.
Bryan era un chico listo que amaba los deporte,el béisbol era su especialidad. Solían llamarlo "el hacha" y los rumores acerca de él no paraban de aumentar desde que había llegado a la ciudad.
Era tan buen atleta como explorador, le llamaban la atención los meteoros, estrellas, y todo aquello que pudiera encontrarse en el cielo. El hecho de querer saberlo todo y más hizo que él y Noah pronto se hicieran amigos. Así fue como ambos comenzaron a salir por las tardes sin falta en busca de astrolabios, a mirar cometas, a perderse en el bosque.

Asi fue también como poco a poco fueron sintiendo más que sólo fascinación el uno por el otro. ¿Y el arte de Noah? El único arte que le preocupaba era el que habitaba en los ojos de Bryan.

Aún así el hecho de ser admitido en la EAC era una oportunidad que no podía ni quería perder, por lo que decidió concurrir a las clases de un modo poco convencional. Simplemente se paraba en la puerta donde podía observar el modelo del día, y hacía arte.
Así conoció al inglés, Oscar.
E hizo un retrato, el retrato por el cual Jude se resignó a entregarle todo su mundo, excepto las flores.
Desde un principio Jude fue capaz de renunciar a la mayor parte de su mundo por él, por alguien a quien ni siquiera conocía. ¿Qué será de ella cuando por fin lo vea en carne y hueso?

Tardé demasiado en hacer esta reseña, y es que este libro es muy lindo, no pude dejar de leerlo así como también tuve que releer algunas partes. Noah y Jude no hacían mas que reflejar partes de mí que nunca llegué a entender. Cómo la constante competencia entre hermanos. El hecho de no sentirse suficiente para uno de sus padres, el dolor de perder un ser querido, ese dolor se parece a un libro sin final, hay tantas cosas que quedaban por hacer, por decir y por vivir, que ni siquiera la persona mas cercana a ellos podría haber rellenado los huecos en blanco.
Nunca se termina de conocer del todo a alguien.
Ellos se complementaban mutuamente sin darse cuenta, se alejaban cuando lo que necesitaban era estar juntos, sentían tanto odio como vergüenza, porque ambos sabían que teían algo que ocultar. Algo que cuando sale a la luz no hace mas que unirlos, causando el efecto contrario del que ellos esperaban. ¿A veces pasa, verdad?